Las gargantas de Todra, Dades y la ciudad de Tinghir, un espectáculo en Marruecos camino a la ciudad de Marrakech.
Abandonamos el desierto de Merzouga, despidiéndonos con un hasta luego y no con un adiós. Entre los debes que nos dejamos para un próximo viaje en Marruecos está el disfrutar mucho más del desierto y todo lo que nos puede llegar a ofrecer.
Ruta del desierto de Merzouga a Marrakech
El día volvía a tener bastantes horas en coche, ya que nuestro objetivo final, Marrakech estaba bastante lejos.
Normalmente la ruta del desierto de Merzouga a Marrakech se hace en dos días, ya que como veis en el mapa es muy larga y pesada (con carreteras alpinas y muchas de ellas en obras).
Por suerte, entre el desierto y la gran ciudad turística de Marruecos hay muchos lugares interesantes para visitar:
- el primer día, el que hoy os relatamos, visitamos la garganta de Todra, la garganta de Dades y la ciudad de Tinghir
- el segundo día de viaje, antes de llegar entrada la tarde a Marrakech, os descubriremos Ouarzazarte y Ait Ben Haddou dos de los lugares más impresionantes de todo el viaje por Marruecos.
El primer día de viaje el plan era visitar Erfoud, las Gargantas de Todra y Dades y dormir en la ciudad de Tinghir.
Erfoud, la ciudad de los fósiles
Erfoud es la gran ciudad, por llamarla de alguna forma, de la región de Draa-Tafilalet, tiene unos 30.000 habitantes y fue fundada en el año 1930 por los franceses que controlaban la región.
Se trata de una ciudad oasis, sin mucho atractivo turístico pero que sirve de base para los visitantes a la región que buscan el encanto del desierto, por lo que ha desarrollado una fuerte industria turística con muchos alojamientos ya sean en forma de hotel o riad.
Normalmente es una ciudad de paso, donde nos limitamos a visitar su museo de fósiles, pero si pasáis más tiempo por Erfoud también os podéis acercar a su palacio real, mercados, zocos y la Kasbah Maadid.
Como nosotros no somos mucho de museos decidimos destinar menos tiempo a esta parada para poder disfrutar con más calma del resto de lugares que tocaban visitar durante el día.
Por este motivo, si os interesa el tema de los fósiles y Erfoud, os dejamos con el blog de el Mundo Con Ella, que tiene muy buena información sobre Erfoud y Marruecos en general.
Gargantas del Toldra
Unas 3 horas después de salir del desierto, ubicados ya en pleno Alto Atlas de Marruecos, llegamos casi al mediodía a las impresionantes Gargantas del Toldra.
Las Gargantas del Toldra, son unos espectaculares cañones de rocas que en su punto más alto presenta unos acantilados que superan los 100 metros de altura por poco más de 20 metros de separación entre estas enormes paredes.
A pesar de que el turismo ha hecho mella, ya que hay una pequeña carretera con varios puestos de souvenirs que lo cruza y estropea la magia del lugar, se trata de un lugar impresionante que por unos instantes nos hace sentir insignificantes versus al enorme poderío que puede tener la naturaleza.
Estas Gargantas del Toldra, situadas a unos 10 minutos de Tinghir, ciudad a la que volveríamos para pasar la noche, son el paraíso para los escaladores. Nosotros vimos a varios grupos de ellos, algunos extranjeros y otros de gente del país que estaban escalando por las rocas e incluso te invitaban a que probases tus destrezas de escalador en las vías que ellos habían montado.
Entre las paredes de rocas, baja un río semiseco pero de agua cristalina, que con origen en la cordillera del Átlas, va recorriendo su camino formando un esplendido oasis de palmeras y olivos, que podemos contemplar en varios miradores situados entre las Gargantas y Tinghir.
Como vamos comentando habitualmente, nosotros íbamos con la agenda y planning muy ajustados.
Si tenéis más tiempo por esta zona de las Gargantas del Toldra esta es origen de varias rutas de senderimos muy frecuentadas, siendo la más concurrida de ellas un trekking de unas 3 horas que rodea la montaña desde el final de la garganta hasta Tizgui.
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Garganta del Dades
Uno de los grandes errores de nuestro viaje fue el no visitar estas gargantas, imprescindible donde los haya en esta zonas de Marruecos.
Si os somos sinceros, creíamos que las teníamos en la ruta, nos habíamos estudiado bien las fotos a hacer, pero confiados en ello no reparamos que después de visitar Toldra fuimos casi sin darnos cuenta el chofer nos llevó directos a Tinghir.
Error, sí y monumental, ya que es un lugar al que difícilmente volveremos debido a la lejanía que tiene de todos los lugares turísticos.
Pero de todo se aprende, aquí la lección es que no se de nada por supuesto, y si vais con guía repasar bien antes el planning para no encontrarnos con sorpresas. En caso de que el guía / conductor no domine el idioma lo ideal es enseñarle una foto del lugar a visitar para que no haya confusión alguna.
Dicho esto, y como no podéis hacer esta ruta sin visitar las Gargantas de Dades os escribiremos como si lo hubiéramos hecho ya que nuestro amigos de Viajar Engancha, que viajaron una semana después que nosotros si que pasaron por allí.
Situadas a una hora aproximadamente de las Gargantas del Toldra, la Garganta de Dades es uno de los lugares más fotografiados de Marruecos gracias al espectacular paisaje que podemos disfrutar desde lo alto de su mirador.
Una de las ventajas de las Gargantas de Dades respecto a las de Toldra es que estas se pueden disfrutar desde las alturas, ofreciendo unas vistas que, si no eres escalador, no podemos tener de las otras gargantas ya que nos hemos de limitar a mirarlas desde abajo.
A pesar de que se trata de una carretera de montaña, llena de curvas, el recorrido es casi tan espectacular como las vistas que pudimos disfrutar desde arriba, recorriendo unas laderas de color anaranjado similar al que se puede vivir en el desierto.
Tinghir, Tinerhir o Tineghir
Ciudad situada a los pies de las montañas del Atlas y donde pasamos la noche. Lo más espectacular de la ciudad, aparte de las gargantas situadas en sus inmediaciones, es sin duda el denominado Oasis de Tinghir.
Aprovechando el agua procedente de las montañas y que ya hemos visto en las gargantas, en medio de este paisaje seco y desértico, se ha levantado una extensión de más de 30 kilómetros donde el color verde domina a todos los demás.
Este espectacular oasis, con miles de palmeras, es uno de los más bonitos de todo Marruecos y existen miradores con vistas privilegias para poder disfrutar de ellos.
La ciudad, construida entorno a este oasis no tiene mucho más a nivel turístico. Esto tiene la ventaja que si nos adentramos en su medina, somos casi los únicos turistas disfrutando de un Marruecos diferente, algo más auténtico del que podemos vivir en otras ciudades donde el turismo tiene más presencia.
Nosotros paseamos durante un par de horas por sus calles y podemos decir que nos gustó bastante.
No tiene nada especial, pero quizás esto sea lo que hace diferente al lugar. Las calles están organizados por gremios y si miramos con atención podemos ver como se trabaja el hierro, la madera y la artesanía como era habitual antaño en lugares donde la industria ha entrado con más fuerza que en Tinghir.
Nuestro alojamiento en Tinghir
El Hotel Kasbah Lamrani fue donde dormimos en Tinguir. Está situado a unos 20 minutos andando de la medina, en una zona tranquila pero no muy céntrica.
El hotel, construido en una antigua Kasbah, espacio fortificado de origen bereber, es un tres estrellas cómodo y funcional.
Tanto las habitaciones como el hotel están decorados al más puro estilo marroquí. Esta vez teníamos incluida la cena y hemos de decir que fue bastante abundante y sabrosa a base de una sopa de primero y pollo bien cocinado de segundo.
Como anécdota, el hotel tiene una piscina exterior que intentamos aprovechar después de visitar el pueblo. Decimos que intentamos ya que al intentar entrar en el agua nos dimos cuenta que estaba simplemente helada, creemos que nunca habíamos visto una agua tan fría en un destino aparentemente cálido, así que nos limitamos a mojarnos los pies y disfrutar de la compañía de nuestros amigos de La Mochila en la Espalda mientras llegaba la hora de cenar.
Después de la cena ya era hora de ir a dormir y preparanos para el siguiente día. 360 kilómetros nos esperaban hasta Marrakech con las espectaculares Ouazazarte y Ait Ben Haddou en medio del camino.
Esperamos que os haya gustado y/o sido útil nuestro post sobre Erfoud, Tinghir y las Gargantas de Todra y Dades. Os animamos a dejarnos algún comentario o valoración.
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Del desierto a Marrakech en nuestro viaje por Marruecos
Este trayecto, está incluido en nuestra ruta por Marruecos organizada por la empresa local Capsim Tourisme.
El viaje, nos incluyó tanto los alojamientos, el guía local y los traslados en coche con nuestro amigo Hamza que nos acompañó durante todo el viaje.
Algunos lugares que visitamos en nuestro viaje por Marruecos fueron:
- Marrakech, la ciudad más turística del país.
- Fez, una ciudad que sorprende.
- Essaouira, la perla del Atlántico
- Rabat, la capital del país.
- Casablanca y su mezquita de Hassan II.
- Ait Ben Haddou, escenario de Juego de Tronos.
- Desierto de Merzouga, una excursión muy típica.
Hola pareja,
Sí merece la pena conducir por esa carretera; Juan Antonio disfrutó mucho de las curvas jaja.
Un abrazo