Os contamos lo mejor qué ver en Jaca y sus alrededores. Imprescindibles, visitas de interés, pueblos cercanos, restaurantes, hoteles y mucho más.
Jaca fue la primera parada de nuestro viaje de verano. Nuestra aventura comenzó en esta interesante localidad del Pirineo Aragonés. Allí pasamos tres noches que nos pasaron volando.

Fue el primer viaje que hicimos con Emma, nuestra pequeña de apenas 3 meses, así que elegimos planes tranquilos y adaptados a la nueva etapa de la maternidad.
El norte de España nos ofreció la tranquilidad y el tiempo que buscábamos, alejándonos de las fuertes olas de calor que, por esas fechas, afectaban a gran parte del país.

En esta guía contamos lo mejor qué ver y hacer en Jaca y sus alrededores: imprescindibles, visitas de interés, excursiones a pueblos con encanto, así como opciones de restaurantes, hoteles y actividades para todos los gustos.
Visita guiada por Jaca
Si queréis visitar de una forma rápida y efectiva lo mejor qué ver en Jaca, nada mejor que esta visita guiada por el centro de la ciudad.
En una hora y media aproximadamente, podemos visitar los puntos más interesantes del centro histórico de Jaca, mientras conocemos más de ellos de una forma amena y divertida.

1. Ciudadela de Jaca
El gran símbolo de la ciudad, y visita imprescindible qué hacer en Jaca es su ciudadela. La Ciudadela de Jaca, también conocida como Castillo de San Pedro, es una de las fortalezas más singulares de España.
Su diseño en forma de pentágono perfecto es característico de las fortificaciones de la época, pensadas para resistir los ataques con artillería.

A diferencia de otras, la de Jaca se conserva íntegra y en excelente estado, lo que la convierte en un auténtico tesoro histórico.
La visita la podemos hacer guiada o por libre. En el interior del recinto, encontramos, aparte de murallas y baluartes, un museo de miniaturas Militares, que exhibe más de 30.000 figuras que representan la evolución de los ejércitos a lo largo de la historia.
El precio de la entrada a la Ciudadela de Jaca es de 8€ (10€ si la visita es guiada). Tenemos la opción de hacer la visita tardía, que es 30 minutos antes del cierre, en la que el precio baja a 3€. Los horarios fluctúan mucho en función de la época del año en la que estemos, pero por lo general es de 10:30 – 20:30 en temporada alta y los días de temporada media o baja, cierran al mediodía.

2. Ciervos del foso de la Ciudadela de Jaca
Cuando nos acercamos a la Ciudadela de Jaca, lo que más llama la atención de los más pequeños es que su foso está habitado por una manada de ciervos, introducidos en los años 70 como atractivo turístico y símbolo de paz.
Nosotros no la hicimos, pero comentar que existe una actividad llamada Ecociudadela, pensada sobre todo para familias y niños, en la que se hace un recorrido guiado por el foso para conocer más sobre los ciervos, su comportamiento y la fauna del Pirineo.

3. Catedral de San Pedro
Uno de los edificios más reconocibles de Jaca, aunque nosotros nos lo encontramos en obras, es la Catedral de San Pedro de Jaca (s. XI), primera catedral románica de España y un emblema del Camino de Santiago.
Su situación privilegiada la convierten en un punto perfecto para recorrer el pequeño centro de la ciudad.

4. Museo Diocesano de Jaca
El Museo Diocesano de Jaca, situado junto a la Catedral, es una de las grandes visitas que podemos hacer en Jaca.
En su interior, encontramos una de las más importantes colecciones de pinturas murales románicas procedentes de iglesias del Pirineo, siendo uno de los más importantes de Europa en su género.
El precio de la entrada al Museo Diocesano de Jaca – Arte Románico es de 6€. Tenemos la opción de entrada combinada de Catedral + Museo por 7,5€
5. Torre del Reloj o Torre de la Cárcel
Otra de los edificios que podemos destacar en Jaca es la Torre del Reloj, construida en 1445 como residencia del merino y más tarde utilizada como cárcel, de ahí su nombre popular “Torre de la Cárcel”.

6. Casco antiguo de Jaca
No podemos marcharnos de Jaca sin hacer un recorrido por su casco antiguo, que nos lleva por un interesante entramado de calles, con un carácter medieval que le da un interés más profundo si cabe.

Algunos de los puntos de interés que tenemos por esta zona son el Palacio Episcopal, el Ayuntamiento, Monasterio de Santa Cruz, varias ermitas y la histórica judería de Jaca.

Si queremos disfrutar y conocer más a fondo Jaca, podemos hacer la Visita Jaca Medieval, que organiza Turismo de Jaca. Este se trata de una visita guiada de 2h15 por la Catedral de San Pedro, el Museo Diocesano y el casco histórico de Jaca, con paradas en monumentos medievales como el Ayuntamiento y la Torre del Reloj.
7. Jaca y su toque modernista
Además de su huella medieval, Jaca sorprende con un toque modernista que floreció a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando la ciudad se convirtió en lugar de veraneo de la burguesía aragonesa.
La ampliación de Jaca tras el derribo de la muralla medieval en 1915 dio paso a una elegante avenida repleta de joyas modernistas.
Allí destacan la Casa Borau, la Casa Valero y la emblemática Casa La Rubia, inspirada en la Casa de les Punxes de Barcelona. Si se pasea por el centro histórico, también encontramos detalles modernistas en la Casa del Marqués de la Cadena, la Casa de la familia Abad o la Casa de Francisco de las Heras. El Casino de Jaca, con su aire señorial, completa esta ruta arquitectónica.

8. Pabellón de hielo de Jaca
Jaca es una de las capitales de los deportes de invierno de nuestro país, de hecho fue varias veces candidata para organizar unos Juegos Olímpicos de Invierno.
La candidatura de Jaca buscó organizar los Juegos Olímpicos de Invierno en 1992, 1998, 2002 y 2010. Aunque no lo consiguió, su persistencia simbolizó el sueño olímpico en los Pirineos
Dentro de este espíritu, en las afueras de Jaca tenemos un pabellón de hielo, que puede ser una buena opción si viajamos con niños o buscamos una actividad diferente.
El precio, de la entrada + alquiler de patines es de 8,30€ lo adultos o 9,40€ los fines de semana y temporada alta.
9. Fuerte de Rapitán
El Fuerte de Rapitán, construido en el siglo XIX, es una imponente fortificación militar situada sobre un cerro al norte de Jaca, a unos 10 minutos en coche del centro de la ciudad.
Fue concebido como parte de un sistema defensivo, pero nunca llegó a entrar en combate. Actualmente, se trata de un espacio cultural y de ocio que ofrece visitas guiadas para conocer su historia y dependencias.
Además si nos acercamos hasta aquí, estamos ante un mirador excepcional para disfrutar de las vistas panorámicas del valle del Aragón.
10. Practicar Ski y otros deporte de invierno en Jaca
Invierno es temporada alta en Jaca, y mucha culpa de ello la tiene todo lo relacionado con los deportes de invierno.
A pesar de las irrupciones de muchas modalidades el esquí sigue siendo el rey. Cerca de Jaca, a unos 30 minutos en coche tenemos las estaciones de Formigal-Panticosa, Candanchú y Astún.
11. Expreso de Canfranc, tren turístico del Pirineo aragonés
El Expreso de Canfranc, se trata de un tren turístico que recorre el valle del río Aragón, conectando las localidades de Jaca y Canfranc.
Canfranc Estación es una pequeña localidad ubicada a unos 20 kilómetros del centro de Jaca. Su historia no seria la misma, sin su monumental estación internacional de tren, inaugurada en 1928, que conectaba España y Francia a través del túnel de Somport.
La intención del Expreso de Canfranc, es revivir el espíritu de la histórica línea ferroviaria, ofreciéndonos un viaje en el tiempo a bordo de vagones restaurados de las décadas de 1930 y 1950, que han sido declarados Patrimonio Histórico Ferroviario.

El trayecto, de unos 35 minutos de duración, nos adentra en los espectaculares paisajes pirenaicos con paradas intermedias en Castiello de Jaca y Villanúa.
Si os interesa, podéis reservar aquí vuestra plaza en el Expreso de Canfranc.
12. Canfranc Estación y el Titanic de la Montaña
Ya que hemos llegado hasta aquí, acabamos con los grandes imprescindibles qué ver en Jaca y sus alrededores, con la Estación Internacional de Canfranc.

Esta estación, que por lo que henos visto es conocida como el “Titanic de la montaña”, fue una de las más grandes de Europa en su época.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la estación desempeñó un papel crucial como punto de paso de oro nazi y de refugiados que huían del conflicto. En 1970,un accidente ferroviario en el lado francés provocó el cierre de la línea internacional, y la estación cayó en el abandono.
En los últimos años, se ha llevado a cabo un proyecto de rehabilitación que ha devuelto el esplendor a la estación. En 2023, parte del edificio principal se transformó en un hotel de lujo, el “Royal Hideaway Hotel”, y se ha reabierto la línea ferroviaria nacional.
Junto a la entrada del Hotel, encontramos unos vagones de tren que acogen un restaurante Estrella Michelin.
Para conocer mejor este lugar y los secretos que esconde, podemos contratar esta Visita guiada por la estación de tren de Canfranc.
13. Paseo privado en avioneta por Jaca y los Pirineos
Un plan muy diferente que hemos visto que podemos hacer en Jaca es este paseo privado en avioneta por Jaca y los Pirineos,a bordo de una avioneta Robin DR400/180.
Aquí podremos vivir una experiencia inolvidable sobrevolando los Pirineos en avioneta desde Jaca. Desde el aeródromo de Santa Cilia, a solo 15 minutos del centro, tenemos la opción de elegir entre recorridos de 15, 30, 45 o 60 minutos.
Cada modalidad ofrece paisajes distintos: el Monte Cuculo y la Ciudadela de Jaca, los Mallos de Riglos y el pantano de la Peña, los picos del Pirineo como el Aspe, el Monasterio de Leyre, el valle de Tena o incluso el Parque Nacional de Ordesa.
Excursiones o visitas para hacer desde Jaca
Jaca es una buena base de operaciones para visitar el Pirineo Aragonés. Desde esta ciudad tenemos rutas por montañas, pueblos con encanto, parques de animales,… que podemos visitar en excursiones que nos pueden llevar el día entero o la mitad del mismo.
Algunas de las opciones más relevantes, empezando por las que fuimos nosotros son:
- Lacuniacha, parque faunístico con animales en semilibertad, del que os hablamos en un artículo dedicado.
- Tren del Valle de Tena, tren turístico, sobre ruedas, que recorre algunos de los parajes más interesantes del valle. Hace una parada mágica en el Ibon de Piedrafita.
- Parc’Ours, parque de animales, entendemos que parecido a Lacuniacha, pero ubicado en el sur de Francia.
- Monasterio de San Juan de la Peña, monasterio medieval único, encajado bajo una enorme roca. Estamos ante de los lugares más emblemáticos de todo Aragón.
- Ansó, declarado uno de los pueblos más bonitos de España, con arquitectura pirenaica tradicional.
- Aínsa (un poco más lejos, 80 km), villa medieval con una plaza mayor espectacular.
- Villanúa, con la Cueva de las Güixas, un clásico para visitar en familia.
A algo menos de 1h 30 minutos de Jaca tenemos la localidad Navarra de Olite, que fue la siguiente parada de nuestra ruta. Allí dormimos en una yurta, estilo mongol, en Campo Reyes.

Dónde dormir en Jaca
Jaca es una localidad con una fuerte oferta hotelera, capaz de absorber la gran demanda que se genera en los meses de invierno.
Nosotros optamos por dormir en el Hotel Real Jaca&Spa, que nos salió por menos de 80€/noche (2 adultos y 2 niños). La verdad es que fue uno de los alojamientos más económico de toda la ruta, y además con piscina.

Dónde comer en Jaca
En el casco antiguo de Jaca encontramos muchísimos restaurantes, así que es difícil elegir los 2 o 3 a los que ir en una visita a la ciudad.
A nosotros nos recomendaron probar el Rodolfito, uno de los platos típicos de Jaca, cosa que hicimos en 19 Tapas y 500 vinos. Otro restaurante que está muy bien para tomar los rodolfitos es la Tasca de Ana, pero estaba lleno cuando lo intentamos.
El rodolfito es una popular tapa de langostino rebozado, crujiente y jugoso, servida en varios bares y restaurantes de Jaca, acompañada normalmente de salsa suave o mayonesa.

El segundo día que estuvimos por Jaca buscamos un lugar no muy lejos de nuestro alojamiento. Acabamos en el Bar Pirulo Plaza, especializado en tapas y que estuvo bastante bien.

Fuera de Jaca, en Canfranc Estación, tenemos el Restaurante L’Anglasse, cuyo menú, es una auténtica pasada.
