Qué hacer en una escapada a Andorra de dos días

Te contamos qué ver y hacer en una escapada de dos días a Andorra, el país de los Pirineos.

Andorra es un pequeño país que se encuentra ubicado en las montañas de los Pirineos, entre España y Francia.

Cuenta no solo con una naturaleza indescriptible que atrapa al viajero, sino también con muy buenos complejos turísticos de esquí y un comercio atractivo que queda libre del pago de impuestos. Estas son algunas de las actividades y visitas imprescindibles en una escapada de dos días por Andorra.

Andorra se encuentra ubicada a 1022 metros sobre el nivel del mar y atrae a miles de turistas, cada año, en buena medida encandilados por las ofertas de ski en Andorra, que ofrecen la posibilidad de disfrutar de los deportes de invierno en un enclave privilegiado.

Es un destino que lo tiene todo, con un sinfín de actividades que aprovechar. Esta es una selección de las cosas que no se deben dejar de hacer en una escapada a Andorra, aunque si solo se cuentan con dos días, seguro que habrá que volver a repetir para completarlas todas.

Para ello puedes organizarte bien una ruta y recurrir a viajes especializados como Estiber. ¡La primera escapada de esquí que hizo Dani a Andorra para esquiar fue con ellos hace más de 15 años!

1. Pasear por el centro histórico

Andorra cuenta con un centro histórico que bien merece un paseo por su casco antiguo.

En ndorra la Vella se puede sentir como una especie de viaje por el tiempo a través de la historia, la cultura y la tradición.

Visitar La Casa de la Vall es un imprescindible. Se trata de uno de los edificios históricos más significativos del país, fue construido en el siglo XVI y su función principal era acoger al Parlamento.

2. Esquiar en Grandvalira

Grandvalira es la estación de esquí más grande situada al sur de Europa, y nuestra preferida (bien de Dani ya que Judit todavía no ha provado lo de esquí).

Si os gusta esquiar es casi obligado escaparse a Andorra y disfrutar de sus 210 km de pistas y sus bellos paisajes.

Más allá del esquí, esta estación se convierte cada año en un espacio único en los Pirineos, en el que vivir experiencias diferentes para ser recordadas toda la vida.

Desde excursiones con raquetas hasta largos paseos en trineos tirados por perros, pasando por carreras en motos de nieve. Es tal el abanico de posibilidades que la diversión en este entorno es para todos, ya sea solo, en pareja, con la familia o amigos. 

3. Acercarse a la historia y las tradiciones de Andorra

Andorra es un país único del que sorprenderá por su historia y tradiciones. Para acercarse a su cultura y comprender mejor su idiosincrasia, además de la obligada visita a la Casa de la Vall, mencionada con anterioridad, hay que pasar por Casa Cristo, una vivienda tradicional andorrana perteneciente a una familia de clase media que fue comprada para ser expuesta.

Otras dos casas tradicionales en Andorra que se pueden visitar son Casa d’Areny-Plandolit (señorial) y Casa Rull (campesina).

4. Pasear por pueblos con encanto

Dos días en Andorra permiten visitar al menos alguno de sus villas más encantadoras. En este sentid, sin lugar a dudas, uno de los pueblos más bonitos es Pal, que cuenta con un pequeño casco urbano de inigualable belleza, con casas típicas andorranas donde están muy presentes la piedra, la pizarra y la madera. Merece especial mención la iglesia románica de Sant Climent y se recomienda hacer una visita guiada al Centre d’interpretació Andorra Romànica, donde se ofrece una pequeña exposición gratuita sobre el arte románico.

Otras recomendaciones de pueblos preciosos son Bixessarri, Fontaneda, Ordino, Llorts, Anyós, Les Bons…

5. Lanzarse por el Tobotronc

Los españoles que llegan a Andorra pueden ver rápidamente un letrero que dice Naturlandia. Se trata de un parque de aventuras ubicado en Sant Julià de Lòria, visita obligada para todos aquellos que visitan Andorra con niños.

Allí los más pequeños disfrutarán de lo lindo con la tirolina, las camas elásticas, el castillo inflable, los buggies… Y también los adultos, con actividades especialmente dedicadas a ellos. Pero sin lugar a duda, la experiencia estrella es el Tobotronc, un “tobogán” de más de 5 km que lleva a sus pasajeros montaña abajo, sentados en un trineo biplaza, salvando un desnivel de 400 metros.

6. Probar la comida de montaña

Andorra es un excelente país para hacer turismo gastronómico, ya que se come muy bien, barato y con raciones abundantes en muchos restaurantes. Para comer en un lugar típico andorrano, hay que entrar en alguna de sus “bordas“, casas tradicionales de montaña que, en la actualidad, se han convertido en restaurantes.

Entre los platos tradicionales, no hay que dejar de probar la Escudella, el Trinxat y los Caracoles.

La Escudella es el plato nacional de Andorra. Se trata de un estofado para los amantes de la carne, ya que cuenta con pollo, ternera, albóndigas, butifarra, hocico y patas de cerdo. Además, también lleva papas, repollo y frijoles blancos o garbanzos.

El Trinxat es una mezcla de puré de patatas, col y puerros, habitualmente se cubre con hojas de achicoria y un huevo escalfado.

Los caracoles más típicos de Andorra son los Cargols a la lluna. En esta receta los caracoles se asan al horno y se comen con aceite de oliva, sal y alioli, o una vinagreta de pimentón.

Cómo veis Andorra tiene un sinfín de cosas qué ver y hacer. En dos días solo nos da tiempo a empezar a intuir los encantos de este país. En nuestro caso al tenerlo relativamente cerca intentamos hacer una escapada de dos o tres días cada año.

Esperamos que os sea de utilidad nuestro post sobre Qué hacer en una escapada a Andorra de dos días. Os animamos a seguir leyendo más sobre Andorra y los Pirineos en nuestro blog.