Todo sobre nuestro viaje a Mongolia de 9 días en septiembre de 2023. Viajamos a Asia con nuestro bebé de 2 años recién cumplidos.
En el post de hoy os hablaremos sobre nuestro reciente viaje a Mongolia que hemos realizado este pasado mes de septiembre.
La idea es contaros nuestra experiencia en primera persona, basada en los 9 días que estuvimos en el país y los preparativos para este viaje a Mongolia.
Si lo que buscáis es información más detallada sobre este destino, os hemos preparado una guía con lo mejor qué ver en Mongolia, pensada para quienes tengan tiempo suficiente para visitar lo mejor de este gran país.
El motivo de nuestro viaje a Mongolia
Para seros sinceros, Mongolia no es el país que hubiéramos elegido para viajar este 2023, teniendo en cuenta que nuestro pequeño, Eric, apenas acaba de cumplir los 2 años.
No obstante, a principios de año, recibimos una invitación a una boda, a la que nuestro espíritu viajero no le pudo decir que no.
Mungulum, amiga que Judit conoció cuando estaba viviendo en Newcastle se casaba, y nos encantó que pensara en nosotros para este día tan especial.
Aprovechando la ocasión, decidimos quitarnos los miedos de viajar a Mongolia con un bebé, y empezamos todos los trámites para realizar este increíble viaje.
Preparativos del viaje a Mongolia
Tras conseguir los pertinentes días de vacaciones en nuestras empresas, los meses anteriores al viaje, los dedicamos a ir preparando el mismo, sin prisas, pero sin pausa.
Vuelo a Mongolia
Por “desgracia” la boda era en septiembre, así que Eric justo acababa de cumplir los 2 años y ya pagaba billete de avión casi al mismo precio que un adulto, y tal y como están los precios, esto incrementaba de forma considerable el prepuesto del viaje.
Tras mirar mil y una opciones de vuelos y posibles escalas, descubrimos que la mejor era volar por libre a Frankfurt y desde allí coger un vuelo directo a Ulán Bator con Mongolian Airlines. Esta combinación era unos 300€ más barata por persona que los vuelos conexionados que vimos vía Turquía o China.
Como nos gusta aprovechar las escalas, en este viaje pasamos 2 días en Frankfurt a la ida y uno a la vuelta. Esto, como veréis a continuación fue clave con la incidencia que tuvimos justo el día que iniciamos el viaje.
Ruta en Mongolia
Los 5 primeros días de ruta por Mongolia, nos adherimos al plan que tenían otros invitados europeos al evento. El novio era inglés y vino gente tanto del Reino Unido, Australia y hasta Japón.
Cómo teníamos más días para el viaje, en nuestro caso ampliamos la ruta 4 días más, siempre intentando no alejarnos mucho de las zonas habitadas y evitando largos trayectos en coche, que podían no ser muy cómodos para Eric.
Dicho esto la ruta que hicimos la final fue la siguiente:
- Día 1: Vuelo a Frankfurt por la tarde
- Días 2 y 3: visita a Frankfurt
- Día 4: vuelo a Ulán Bator y visita a la ciudad
- Día 5 y 6: boda el Terelj National Park y visita al parque nacional
- Día 7: desplazamiento y visita a Hustai
- Día 8: visita a un pueblo nómada y desplazamiento hasta Kharkhorin
- Día 9: visita a Kharkhorin
- Día 10: desplazamiento hasta Ulán Bator
- Día 11 y 12: visita a Ulán Bator
- Día 13: vuelo a Frankfurt y tarde en la ciudad
- Día 14: mañana en Frankfurt y vuelo a Barcelona.
De todos los lugares os hemos dejado un post detallado, con los imprescindibles qué ver, fotografías, alojamiento y algunos tips del viaje.
Hoteles en Mongolia
Tanto la ruta (guía y transporte) como alojamiento, nos lo gestionó una agencia local, que era la que llevó todo el tema de la organización de la boda.
Los alojamientos en ruta fueron todos en resorts donde se duerme en un ger, que es la tienda de campaña típica de los nómadas del país.
La experiencia es muy chula y auténtica. También es muy cómoda, ya que los gers para turistas tienen baño y ducha propios.
En Ulán Bator, cogimos nosotros el hotel y seleccionamos el The Blue Sky Hotel and Tower, que es el más icónico de la ciudad y está ubicada en pleno centro de la capital.
El precio del Blue Sky ronda los 150€/noche, por lo que si buscáis opciones más baratas hay varias en hoteles de 4 estrellas y hasta 5 menos lujosos, no muy lejos del emplazamiento de este hotel.
Visado para viajar a Mongolia
Una de las primera cosas que miramos siempre antes de viajar son los requisitos para entrar en el país.
En el caso de Mongolia, cosa que es nueva de este 2023, no hace falta visado si vamos a estar menos de 90 días en el país y tenemos pasaporte español.
Seguro de viaje a Mongolia
Como hemos repetido en varias ocasiones, el seguro de viaje es básico cuando vamos al extranjero. Nosotros fuimos con el seguro viaje tranquilidad de Heymondo, que tiene 600.000€ de cobertura médica y varias básicas como repatriación, asistencia y otros extras que se valoran mucho en caso de incidencia.
Internet en Mongolia
A nosotros siempre nos gusta llegar conectados a todos los destinos que viajamos. En este caso, fuimos con la Tarjeta eSim Mongolia de Holafly., que tiene datos ilimitados y muy buena cobertura.
Por último comentar que no hace falta adaptador de enchufe, ya que son los mismos que en España y que importante, ¡coged ropa de abrigo!.
Empezamos nuestro viaje a Mongolia, casi no viajamos
El viaje a Mongolia, empezó con un buen susto, o más que susto problema. Eric se levantó con 38,5º de fiebre el mismo día del vuelo, y fuimos a urgencias lo más rápida posible para ver que era y si podíamos o no viajar.
Tras una primera exploración no se le vio la causa de la fiebre, y se nos recomendó guardar reposo, hasta ver que era el causante de esta subida de temperatura.
Desolados, ya de camino a casa tras recibir el alta, detectamos que Eric lo que tenía era diarrea por lo que volvimos con rapidez al pediatra y nos dio el Ok para viajar.
Por suerte, antes de viajar a Mongolia, teníamos 2 días en Frankfurt, por lo que podíamos ver como evolucionaba nuestro pequeño y allí decidir si volábamos a Mongolia o nos volvíamos a casa.
Escala de 2 días en Frankfurt
Tras un vuelo tranquilo, pero con algo de mal cuerpo, llegamos a Frankfurt donde pasamos dos días que en principio era uno para visitar la ciudad y otro para pasar un días en Heidelberg, que es una de las mejores visitas que se pueden hacer cerca de Frankfurt.
Decimos en principio, ya que por precaución decidimos cancelar la excursión al pueblo de Heidelberg, para que Eric tuviera más descanso y así recuperara mejor para los días que íbamos a estar en Mongolia.
Con este cambio de planes, dedicamos 2 días enteros a visitar la ciudad de Frankfurt, tiempo suficiente para descubrir lo mejor de esta interesante ciudad alemana.
La verdad, es que Frankfurt tiene su encanto. Desde su Plaza Römerberg, hasta los rascacielos que están pegados a su casco antiguo, merecen mucho la pena.
Como siempre decimos, encontrar un lugar para visitar haciendo escala es como hacer 2 viajes en uno.
Por cierto, nuestro alojamiento, ya que por precio nos salía por la mitad que cualquier otra propuesta fue el The Atrium Hotel, hotel céntrico situado cerca de la estación central de la ciudad (Hauptbahnhof).
Vuelo a Mongolia con un bebé
Una de las cosas que más nos pregunta la gente cuando viajamos con un bebé, es como lo hacemos para los viajes largos en avión.
El vuelo de Frankfurt a Mongolia, fue de algo más de 8 horas, parecido en duración al que realizamos el años pasado a Nueva York.
Para pasar este tiempo con un bebé, con varios juguetes, paciencia y algo de suerte se puede salvar.
Esta vez, Eric pasó durmiendo casi la mitad del viaje y la otra mitad la salvamos jugando con él, paseando por el avión e intentando hacer que el tiempo pasase rápido.
Por cierto, otro punto importante es que no te toque ningún gilipollas delante. Nosotros no tuvimos la suerte y tuvimos una persona que se giró como 10 veces para decir que el bebé le molestaba, cuando Eric no estaba ni detrás suyo, ni haciendo nada que no haga ningún niño de su edad.
El tio era tan anodino, que incluso se giró un par de veces que el niño estaba quieto y durmiendo, así que,….
De boda en Mongolia
La primera parte de nuestro viaje a Mongolia, era la boda y su celebración. Tras el primer día de aterrizaje en Ulán Bator, donde apenas nos dio tiempo a pasarnos por un parque de atracciones que le chifló a Eric, llegaba el gran acontecimiento.
Sin entrar en muchos detalles, la celebración oficial fue a las 9 de la mañana, en un edificio gubernamental, donde no paraban de entrar novios y sus familias.
Tras la ceremonia civil, nos dirigimos con toda la expedición hasta el Terelj National Park, que se ubica a hora y media de la capital. Allí estaba el resort donde se celebraba tanto el convite como el baile hasta altas horas de la madrugada.
De camino, nos detuvimos en uno de los mayores imprescindibles qué ver en Mongolia, que es la espectacular estatua ecuestre de Genghis Kahn.
Sobre la celebración, siempre es mejor una imagen que mil palabras. Salvando las distancias no es muy diferente a una de aquí. Solo la comida difiere bastante, y platos como la lengua de res, no podemos decir que esté entre nuestros predilectos.
Nuestra ruta de 9 días por Mongolia
Tras la celebración y su posterior resaca, empezamos el viaje como tal. Intentando descubrir en muy poco tiempo algunos de los fundamentales de Mongolia.
La ruta la adaptamos mucho al hecho de viajar con Eric. Inicialmente nos plantearon pasar un par de días en el Desierto del Gobi, pero vimos que eran más de 9 horas de coche un mismo día y muy a nuestro pesar buscamos una alternativa más adecuada a nuestras circunstancias.
Terelj National Park
Dónde pasamos 2 noches, la primera de celebración y la segunda de resaca. Entre medias hicimos una excursión a La Roca Tortuga y al Monasterio Aryabal.
Aquí fue la primera vez que dormimos en un ger. El campamento estaba genial y muy bueno para estar con niños ya que había una zona infantil muy bien preparada.
Ver más info de Terelj National Park…
Hustai National Park
La siguiente parada fue el Parque Nacional de Hustai, donde pasamos una noche. Este lugar es famoso ya que aquí habita el caballo salvaje de Przewalski.
En el campamento de este parque los gers no tienen baño propio, algo que con el frío que hace por las noches en Mongolia no es del todo cómodo. Aparte, las tiendas se calientan con una calefacción a carbón, ubicada en el centro de la misma que lo vimos muy peligroso para Eric.
Por este motivo, pedimos dormir en el interior del recinto principal, que en teoría era para la guía, pero sin problemas intercambiamos alojamiento.
El Parque Nacional de Hustai es interesante, pero nos quedamos con un sabor agridulce del mismo. Los caballos, que los fuimos a ver al atardecer, los vimos muy lejos, por normativa del parque y antes nos llevaron a una mini excursión, que en teoria era donde se adiestran los perros mongoles para el pastoreo, pero nos pareció una perrera mal cuidada.
Ver más info del Parque Nacional de Hustai
Visita a un poblado nómada de Mongolia
A 20 minutos de Hustai, nos esperaba un poblado nómada donde se representan las antiguas costumbres mongolas.
Allí llegamos algo tarde, por culpa de Judit, ya que si recordamos, Eric empezó el viaje enfermó, pues lógicamente 5 días después, Judit cayó con todo. Dani no se como se lo hace pero nunca pilla nada de lo del niño.
Una vez en el lugar del espectáculo empezó la representación. Esta, aunque no podemos negar que es toda una turistada no estuvo mal.
Desde la bienvenida, donde pudimos ver por primera vez a un yak, recorrimos las gers de un poblado, entramos en ella y probamos algunos alimentos propios de la región, para luego ya en el exterior escuchar unas canciones típicas del país y la representación de como era una mudanza en un campamento nómada.
Karkhorin, una antigua capital mongola
La visita al poblado nómada fue la última que hicimos en grupo. Después de comer, allí mismo, nos despedimos del resto de invitados de la boda que regresaban antes que nosotros a casa.
A partir de aquí, cambiamos de medio de transporte y nos asignaron un todoterreno para nosotros 3 con chófer y guía incluidos, que por cierto fueron todo un encanto.
Tras las presentaciones, nuestra próxima parada iba a ser Karkhorin, dónde nos alojamos en el Secret of the Silk Road Resort, que es un complejo recién inaugurado, ubicado justo a la entrada de Kharkhorin , y que fue el mejor de todo el viaje.
La ciudad, se ubica cerca del antiguo asentamiento de Karakorum, que fue la capital del Imperio Mongol durante el siglo XIII bajo el reinado de Genghis Khan y sus sucesores.
Es fácil de visitar en un día, destacando la visita al Monasterio Erdene Zuu es conocido por ser el primer monasterio budista del país. El lugar nos encantó pero lástima del tiempo, ya que dicen que en septiembre en Mongolia no llueve nunca pero a nosotros nos tocaron varios días pasados por agua.
Ver más información de Kharkhorin.
Semi Gobi, una parada rápida para ver el desierto de Mongolia
Después de nuestra breve visita a la antigua capital, tocaba volver a la capital actual dónde pasaríamos las 3 últimas noches del viaje a Mongolia.
A medio camino, esto si, hicimos una parada rápida en el Semi Gobi, dónde pudimos ver las famosas dunas de Mongolia. El plato fuerte de cualquier viaje a este país es el Desierto del Gobi, que nosotros nos quedamos con las ganas.
Ulán Bator, la capital más fría del mundo
Para finalizar el viaje, dejamos 2 días enteros en Ulán Bator. La idea era visitar bien la capital y hacer el viaje algo menos pesado a Eric.
Pensábamos que íbamos a ir sobrados de tiempo, pero al final, entre pitos y flautas, nos quedaron un par de lugares de interés por ver. También hemos de decir que el tiempo no acompañó y esto dificultó la logística del viaje con un niño pequeño.
De Ulán Bator, destacamos su Palacio de Invierno (Palacio de Invierno del Bogd Khan), la Plaza Sükhbaatar y el Monasterio de Gandantegchinlin.
Por cierto, hay restaurantes en los que se come de fábula a precios muy inferiores de lo que pagamos habitualmente en Europa.
Ver más información sobre qué ver en Ulán Bator.
Tras la capital, ya solo nos quedaba el vuelo de vuelta, que fue hasta mejor que el de ida, ya que no teníamos ningún incordio delante, y además Eric estaba muy cansado así que durmió buena parte de el trayecto.
De nuevo en Frankfurt, aprovechamos para visitar algunos de los lugares que nos habían quedado, y casi sin darnos cuenta, ya estábamos en el vuelo de vuelta a Barcelona.
Esta fue nuestra aventura por Mongolia con un niño de 2 años. Allí no tuvimos ningún percance y Eric disfrutó casi que más que nosotros del mismo, ya que no podemos obviar, que un bebé lo que más quiere es pasar tiempo con sus padres.
Esperamos que os sea de utilidad nuestro post Viaje a Mongolia de 9 días con un bebé. Os animamos a leer más de este y otros destinos de Asia en La Vida No Es Solo Trabajar.
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